Para reflexionar: En su práctica como docente y/o ciudadano, piense
en una desventaja que haya observado al desarrollar un proceso apoyado por las tecnologías
de la información y la comunicación.
Actualmente me desempeño como
instructora de inglés en modalidades virtual y presencial en el Complejo
Tecnológico, Turístico y Agroindustrial del Occidente Antioqueño. Debo
desplazarme por 19 municipios brindando formación en inglés, más
específicamente, asesorando a los aprendices con respecto al uso de la
plataforma English Dot Works, que es la que el Sena ha adoptado para la
formación en inglés de sus aprendices y de los colombianos en general.
Por medio de esta experiencia, he
podido identificar muchas desventajas con respecto a este proceso de
aprendizaje apoyado por las TIC, como lo describo a continuación:
Problemas técnicos: en muchos de
nuestros municipios la conectividad es limitada y la velocidad de conexión, de
haberla, es deficiente.
Falta de formación: en general,
nuestros aprendices provienen de veredas o municipios donde el acceso a
internet y computadores es muy reducido o inexistente. Ello causa que gran
parte de ellos no cuenten con los conocimientos informáticos necesarios para
desarrollar un curso en modalidad virtual. Igualmente, nuestros aprendices
demuestran bajos niveles de suficiencia en la lengua extranjera inglés y deben
enfrentarse a un curso muy exigente que requiere el desarrollo de actividades
muy densas y de un alto nivel de complejidad.
Problemas éticos: en algunos
casos he observado cómo algunos aprendices copian y pegan las tareas desde
internet, incurriendo en faltas académicas graves ya que no respetan los
derechos de autor y cometen plagio. En muchos otros casos, dadas las
dificultades para desarrollar el curso, los aprendices optan por recurrir a un
tercero que desarrolle el curso en su lugar recibiendo a cambio recompensas
monetarias.
Barreras económicas: dado que en
muchos casos nuestros aprendices viven en veredas alejadas de la cabecera
municipal, es difícil contar con acceso a internet o a computadores en sus
lugares de residencia. Lo mismo les ocurre a muchos aprendices que sí habitan
en la zona urbana de los municipios. Esta situación lleva a que ellos deban
visitar cafés internet donde deben pagar una suma considerable de dinero por
cada hora que destinan al trabajo en los cursos virtuales. Considerando que los
aprendices deben dedicar, por lo menos, dos horas diarias a un curso virtual,
se hace muy representativa la cantidad de dinero que deben invertir y que en
muchos casos no tienen.
Barreras actitudinales: en
general, la formación en inglés en nuestro departamento, y en especial en la
zona del occidente antioqueño, es deficiente según los resultados de los exámenes
estandarizados y según mi experiencia como instructora presencial de inglés en
la región. He notado que los aprendices tienen niveles muy bajos en la lengua
extranjera inglés. Sumado a que su nivel de inglés no es bueno y que deben
tomar cursos virtuales muy complejos, su proceso de formación se convierte en
algo traumático que puede generar altos índices de deserción, no sólo en los
cursos de idiomas, sino también en sus programas de formación.
Por todo lo anterior, considero
que los cursos de inglés que se ofrecen a través de la modalidad virtual deben
considerar el contexto en que nuestros aprendices se desenvuelven personal y
profesionalmente y a partir de allí se deben orientar. Opino que ofrecer cursos
genéricos creados para usuarios de un contexto ajeno al nuestro no es sano para
la apropiada formación en lengua extranjera y el alcance de los resultados de
aprendizaje que se persiguen.
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